Al norte de la desesperanza
por fernandobenavides
Tomo el vaso que ya casi vacío,
y lo veo,
y el aire lleva sonidos distantes.
Pienso en lo que puede pasar;
pero ahora son escombros,
y lo que puede ser está lejos
y no me sabe,
ni me piensa,
porque es perfecta,
y en sus preguntas,
no puede estar un hombre
que bebe por la noche
mientras ella
extraña un lugar al norte de la desesperanza.
Tomo el vaso
y pienso
que quizá suceda,
o no,
o nos gusta estar solos
o no tenemos otro remedio.