Risa
por fernandobenavides
Estaba con una chica
que era hermosa
pero
más que hermosa
era una buena persona.
Estábamos en la cama
y el calor reventó en lluvia
y comenzamos a jugar
a una y otra cosa
y por ello comenzamos a reír
y reír
cada vez más,
hasta que aquella risa
invadió las paredes
y las sábanas
y las bebidas
y la muerte,
y seguimos riendo
hasta que todo fue agradable
e inmortal.
No recuerdo cuándo dejamos de reír
y tampoco recuerdo hacía cuánto
no reía tanto;
había estado con la sangre quebrada
y me había olvidado de reír.
Ese momento hermoso
con esa chica hermosa
nos alejó
de cierta maldad,
de ciertas personas,
y de todos los errores;
y por primera vez estábamos
la chica,
la risa
y yo
y nada más.