En el hipódromo
por fernandobenavides
Aquí los caballos,
la suerte,
el tiempo descalificado,
los perdedores verdaderos,
los que siempre tienen esperanza,
las bocas desiertas,
los ojos forzados hacía la línea de salida,
la soledad real,
la compañera fiel,
pulcra y puta;
la maldita mala suerte compartida entre los que asistimos,
los falsos hombres que no durarán,
o los falsos que regresamos,
menos falsos entonces,
aún perdedores con fuerza.
El programa tiene a los jinetes impresos,
no a los jugadores,
esos cambiamos,
o seguimos siendo los mismos.
Vaya tiempo el que ha pasado;
vaya tiempo el que hace el caballo corriendo,
llegan a la meta…
he perdido de nuevo.