La tierra de la intranquilidad

por fernandobenavides

Violé la tierra de la tranquilidad,
forcé la mirada para dejar la paciencia y caminar,
toda la noche, toda la vida;
entonces la tierra mi paso secó,
y se abrieron grietas
marcando rutas indescifrables, todas ellas.

Nunca mencioné el dolor con tanto de él,
pocas veces sentí los sonidos, todos, como lamentos,
ni recuerdo haber sido para mi tal incomodo,
sin poder salvar ni salvarme.

Ahora todo lo que me rodea rasga el aire,
todas las cosas, los muebles, las personas,
todo me dice quedo y fuerte
que estoy en un lugar lejos del mío.

Pero de qué lugar soy, si el que creía, ya no lo es,
qué estación me dará calma,
qué cobijo me consolará
que hombro no se alejará, para mantenerlo siempre

Ya no tengo apetito, ya no tengo frío ni calor
ya no tengo oídos ni ojos,
incluso ya no tengo sensación,
se ha apagado, quedó perdida, en el camino de salida.

Yo he violado la tierra, la piso para andar,
cargo con los recuerdos,
los tiro y los recojo,
los vivo caminando con ellos.

tierra-seca